lunes, 14 de abril de 2008

El mundo infantil, es un mundo complejo y diverso; por tanto si queremos aproximarnos a ese mundo, se nos impone a los adultos una condición indispensable: “desprendernos de los esquemas que regulan nuestra vida social e individual”. Por ser el niño un cuerpo que crece, un alma que se desarrolla y un espíritu que necesita aprender a estar en contacto permanente con la fuente de vida y salud, “su Papá Dios”, el Centi asume el desafío y compromiso de instruir a los niños en su tierna edad para que al crecer no se aparten del camino mirando con una visión futurista, sabiendo que lo que sembramos hoy lo cosecharemos mañana.
como lo dice Proverbios 22:6 "Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él."

No hay comentarios: